Hemos de asumir que en nuestra casa tenemos la mejor conexión a internet posible en la zona geográfica en la zona en la que vivimos, porque la red será esencial para poder llevar a cabo nuestras tareas sin cortes, interrupciones o frustración. Bajo esta premisa, desde ON Soluciones, enumeran una serie de consejos para tener en cuenta en estos momentos en los que el trabajo desde los hogares sigue siendo un imperativo.
Habría que comenzar por hacer algunas salvedades entre la estructura de trabajo de una oficina y la conexión a internet que puede tener una casa. Así, tradicionalmente, en una oficina, la red se organiza antes incluso del montaje de los equipos informáticos. Se toma un mapa de la oficina, se sitúan las cajas de conexión, se traza un mapa del cableado, se busca la ubicación para el concentrador o el rack de comunicaciones, etc. Y esto en los hogares es mucho más complicado. Y lo es especialmente en aquellos casos en los que se ha tenido que “improvisar” oficinas en espacios tranquilos donde poder trabajar pero, sin infraestructura para conectarnos, como buhardillas o sótanos reconvertidos o habitaciones de invitados.
Pero para estas situaciones hay otras alternativas válidas, como señalan desde ON Soluciones:
1. Cable de Red: Es de lejos la mejor opción para tener una buena conexión nuestra red local y salir con las máximas garantías a internet.
2. Conexión inalámbrica. El problema de este tipo de redes suele ser el equipamiento WIFI, los routers comerciales suelen tener un alcance limitado.
3. Repetidores Wireless. Ayudan a extender la señal de nuestra red inalámbrica.
4. PLC. Se trata de una solución cableada. Utiliza la red eléctrica de nuestra casa para transportar los datos.
5. Redes MESH. También conocidas como redes inalámbricas malladas. Son las que requieren de una inversión mayor pero también suelen ser la mejor solución para la mayoría de los hogares.
(El artículo completo se puede leer aquí).