A esta pregunta de cómo pueden conseguir las organizaciones que sus empleados se pongan la camiseta, responde Montse Serrano, de ON Soluciones en un artículo del blog de la compañía. En él cuenta que las motivaciones que nos llevan a formar parte de un grupo de amigos son las mismas que podemos alcanzar para formar parte de una organización, entendida como una comunidad profesional.
La autora del artículo expone alguno de los principales puntos que caracterizan e identifican a las comunidades, sean del tipo que sean: identidad, objetivos en común, compromiso, propósito, interacción, aprecio, complicidad y aprendizaje.
Estos aspectos permiten crear vínculos, lazos que se construyen sobre aspectos racionales y emocionales.
Como se apunta en el artículo, «desde un punto de vista racional, cada uno de los miembros de la comunidad acepta integrarse y actuar de forma asociada para alcanzar una meta en común, sabiendo conscientemente que colaborar en un equipo permite alcanzar más beneficios que trabajar de forma individual».
Y desde un punto de vista emocional, «los impulsos que motivan a las personas a ser miembros de una comunidad son lazos de sentimientos afectivos positivos tales como el respeto, la confianza y el aprecio. Y son precisamente estos sentimientos los que sostienen y mantienen la comunidad viva y la convierten en una comunidad no sólo motivada, sino también de alto rendimiento».
(El artículo completo donde se explica cómo conseguir que las organizaciones creen verdaderos vínculos con sus empleados, se puede leer aquí).
