Cibercare, de CPP, llega a los clientes de e-Informa

Cibercare es una solución global para que autónomos y pequeñas empresas puedan estar protegidos de los posibles ataques de seguridad informática, con el objetivo de hacer más segura la navegación y proteger los datos de los clientes y usuarios. Ahora, tras la firma de un acuerdo entre CPP Group Spain y e-Informa, marca de Informa D&B, Cibercare se lanza a los clientes de e-Informa, cerca de tres millones de usuarios, pymes y autónomos.

Con Cibercare los usuarios podrán prevenir y dar solución a estas posibles consecuencias que puedan llegar a poner en riesgo su negocio. Ofrece auditoría informática para determinar riesgos y vulnerabilidades, facilita medidas para prevenir y solucionar los problemas detectados, asistencia de técnicos especialistas y un perito judicial que certificará el origen del delito y las evidencias.

CPP Group Spain, perteneciente a CPP Group, diseña soluciones innovadoras que dan respuesta a necesidades del día a día, prestando servicio de protección en caso de pérdida o robo de tarjetas de crédito, móviles o llaves del coche. Actualmente, CPP Group Spain amplía este servicio a la protección de la identidad digital online y la seguridad digital de las empresas. Por esta razón, se lleva a cabo el acuerdo con Informa D&B, creada por CESCE, que cuenta con una Base de Datos nacional con 6,6 millones de agentes económicos censados y ofrece acceso a la información on-line de 280 millones de empresas de todo el mundo.

Seguridad digital

Los datos e información de los clientes constituyen uno de los elementos más valiosos para las empresas, sin ellos difícilmente podrían operar. Según el International Business Report, elaborado por la consultora Grant Thornton, un tercio de las empresas españolas grandes y medianas (32%) han sufrido al menos un ataque informático en los últimos doce meses. Estos ciberataques son una amenaza cada vez más importante para el funcionamiento normal de las empresas, que las exponen a riesgos económicos y jurídicos. Esto puede tener consecuencias, como la pérdida de información confidencial, la interrupción de las operaciones o fabricación, la mala reputación que conlleva la pérdida de volumen de negocio o la demanda del pago de una cantidad para recuperar el control.

 

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