«Tras diversos estudios de viabilidad y consultas, la compañía planea transferir el trabajo que se realiza en el centro de servicios en Madrid a dos oficinas regionales en Brighton (Inglaterra) y Buenos Aires (Argentina)«, detalla un comunicado emitido por la compañía.
Estos planes se incluyen en una amplia restructuración que hará Amex internacionalmente y que prevé recortar unos 550 puestos de trabajo, mientras que un total de unos 3.500 trabajadores se verán afectados por los procesos de traslado de oficinas alrededor del mundo.
«La decisión de la compañía es un reflejo de la disminución generalizada en los volúmenes de servicio, ya que cada vez más las transacciones rutinarias han migrado a otros canales, como internet o telefonía móvil«, indica la compañía en un comunicado.
En ese mismo comunicado se señala que las cuentas del último trimestre de ese año reflejarán estos gastos de reestructuración, que buscan ahorrar unos 70 millones de dólares anuales a partir de 2012.
El coste total de estas operaciones de reestructuración de la empresa incurrirá también en unos gastos de entre 60 y 80 millones de dólares este año, según la empresa, que detalló que el proceso no se completará hasta finales de 2011.
La compañía añade que en los resultados empresariales que presentará la semana que viene espera revelar un beneficio neto de 1.100 millones de dólares durante el último trimestre de 2010, lo que supondría un 48% más que el mismo periodo del año anterior, cuando ganó 718 millones de dólares.
