En el diario mencionado se destaca que a las pruebas de selección se presentaron más de 130 solicitantes y que fueron contratados una veintena de ellos. Se trata de trabajos a tiempo parcial por los que se paga unos $12 la hora. La proximidad del centro de llamadas a las clases les permite a los estudiantes y a la empresa una mayor flexibilidad en el reparto de horarios divididos, algunos trabajan unas horas por la mañana, luego acuden a sus clases y al concluir éstas regresan al centro para realizar las horas restantes de su jornada.
Los estudiante que participan en esta iniciativa se han tomado la misma con mucho interés y creen que les aportará una importante experiencia que podrán aplicar a su carrera profesional, sea cual sea ésta. Algunos de ellos esperan poder llegar a ser diplomático y de momento practica buscando la manera de calmar el enfado de los clientes, dicen que, “encontrar soluciones bajo presión tiene un valor en un currículo, especialmente si se tiene la esperanza de ser un diplomático”.
Incluso los que estudian bioquímica encuentran algo positivo en estas prácticas que creen, podrán aplicar a su profesión futura. Es el caso de Lilian Santiesteban, una estudiante que quiere ser neuróloga, y que desde el mes de diciembre pasado, cuando comenzó a trabaja en el centro de llamadas, ha mejorado sus habilidades a la hora de dar «noticias no bien recibidas’, una tarea que, según especifica, «a menudo tienen que hacer los médicos».







