Clientes tan diversos como el Dubai World Trade Center, la ciudad de Troy en los EE.UU, el hotel y casino Downtown Grand Las Vegas, o hace unos meses la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno 2014 de Sochi, han adoptado recientemente esta tecnología como base de la arquitectura de sus redes, pudiendo así acelerar el despliegue de nuevos servicios y mejorar las operaciones de su red.
La necesidad y obligación que muchas instituciones, empresas y organizaciones de todo tipo tienen de proteger y garantizar la seguridad a ciudadanos, huéspedes, empleados, así como la información y la propiedad, ha hecho que el uso de la video vigilancia se haya incrementado de forma notable en los últimos tiempo. Este crecimiento, combinado con la migración hacia la vídeo vigilancia en vídeo IP, ha inundado las redes tradicionales con fuentes de vídeo de gran ancho de banda que corren el riesgo de encontrarse inoperativas en los momentos más críticos y delicados. Teniendo en mente esos problemas, muchas entidades han desplegado en paralelo nuevas redes, con un coste alto, solamente dedicadas a dar soporte a la vídeo vigilancia, y aun así, muchas veces tampoco ha sido suficiente. No es sorprendente que al final, muchas de ellas se hayan percatado que el rendimiento de su video vigilancia será tan bueno como su red IP básica.
Diseñada para simplificar cualquier despliegue de video vigilancia IP (analógicas, IP, hibrida, unicast, multicast, etc.), Fabric de Avaya elimina las prácticas de provisionamiento de toda la red y lo sustituye con una provisión de terminales muy simple con sólo una o dos líneas de comando.
El suministro de sólo los puertos conectados a las cámaras y a las estaciones de monitorización/receptores – sin tener que aprovisionar ninguno de los switches centrales intermedios, permite a las redes de videovigilancia un despliegue más rápido y sencillo como nunca antes, con la posibilidad de incorporar, mover y cambiar las cámaras sobre la marcha.