España progresa en su transición digital y se encuentra a la cabeza en conectividad con infraestructuras de primer nivel, según el informe sdiE 2019 (Sociedad Digital 2019) que acaba de hacer público Fundación Telefónica. En el mismo se señala que tres de cada cuatro hogares tienen cobertura de fibra óptica y nueve de cada diez españoles son usuarios de Internet.
España se encuentra inmersa en la cuarta revolución basada en la digitalización y en los datos. Esta era de disrupción implica cambios radicales en la vida de las personas, en las formas de trabajar y producir y en el desplazamiento de algunos modelos de negocio tradicionales a otros completamente novedosos. Una transición digital que aunque presenta retos e incertidumbres, también tiene efectos muy positivos y ofrece, a su vez, grandes oportunidades. Sin ir más lejos, la presente crisis de la COVID-19 nos ha obligado a repensar de la noche a la mañana la manera de vivir, estudiar, trabajar y disfrutar, y aquí la elevada digitalización de España ha hecho que la adaptación haya sido rápida y ha permitido la continuidad de muchas actividades esenciales.
En cualquier caso, para acometer esta transformación digital, según el informe sdiE 2019, es necesaria una aceleración de la digitalización de la industria, sobre todo de las PYMES y los Autónomos, y una mayor formación digital de los españoles. Estos dos factores son clave para reactivar la economía tras la crisis de la COVID-19 y generar empleo. Eso sí, esta digitalización deberá estar centrada en las personas, estas serán las beneficiarias, y nadie debe quedarse atrás, los españoles deben tener el control de su vida digital. Un reto que pasa por la formación en competencias digitales, con una visión humanista y donde se proteja a las personas con un marco ético y un nuevo contrato social.
Como queda constatado en el el informe sdiE 2019, España progresa en su transición digital con cimientos sólidos. En una etapa de crisis como la de la COVID-19, esta necesidad de conectividad se multiplica exponencialmente. En 2019 ocupaba el undécimo puesto en la lista de los veintiocho estados miembros de la Unión Europea en el DESI (Índice de la Economía y la Sociedad Digitales) y superaba varios puntos la media. Además, el acceso a internet de los españoles es ya generalizado: 9 de cada 10 ya son usuarios y la conexión a las redes es ultrarrápida: 3 de cada 4 hogares tienen cobertura de fibra óptica. Esta tecnología de banda ancha es la que más está creciendo, ha pasado del 63% al 77% en dos años. Esta penetración sitúa a España en el primer lugar en cuanto a cobertura y clientes de fibra óptica en Europa.
Un futuro próximo nos trae la tecnología 5G con redes más rápidas, mucho más seguras, mucho más simples, con menor latencia y, por supuesto, mucho más inteligentes. Actualmente hay 7.000 millones de aparatos conectados, cifra que se espera supere los 21.500 millones en 2025.
Educando al ciudadano del siglo XXI
Un requisito fundamental para aprovechar todo el potencial que los servicios y productos digitales ofrecen para facilitarnos la vida es contar con una adecuada formación digital, otros de los factores clave para reactivar la economía. Ahora más que nunca, la capacitación digital se presenta como una oportunidad ante esta crisis de la COVID-19. Sin embargo, según el sdiE 2019, a tenor de los indicadores más relevantes en esta materia, todavía falta camino por recorrer en España para lograr un nivel óptimo. En concreto, en la dimensión de capital humano que refleja el indicador DESI, España baja hasta la posición 17 del ranking, 3,5 puntos menos que la media europea. Es un hecho que en nuestro país poco más de la mitad de las personas entre 16 y 74 años poseen capacidades digitales básicas. A pesar de estos bajos niveles, la tendencia parece positiva y los usuarios con capacidades digitales avanzadas habrían pasado del 32% de la población en 2017 al 36,1% en 2019. También aumentan los usuarios con capacidades digitales básicas (del 28% al 32%), fundamentalmente por la incorporación de nuevos usuarios de internet.
La falta de habilidades digitales es una de las principales causas que limitan el uso de diferentes servicios digitales, según se constata en este informe sdiE 2019. El 14,5% de la población no compra en internet por falta de habilidades o conocimientos y tampoco hace uso generalizado de la Administración electrónica por esta misma falta de habilidades o conocimientos. En una sociedad en la que la digitalización de todas las actividades cotidianas crece de forma imparable, la falta de capacitación digital puede llegar a convertirse en un factor de exclusión social, al nivel de la propia formación académica. Esta situación se agrava si la empleabilidad de las personas depende cada vez más de su nivel de capacitación digital. Fomentar las vocaciones STEM, y STEAM, es una labor compleja y urgente, ya que los últimos datos disponibles del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte reflejan que el número de matriculados en carreras técnicas tales como Ingenierías y Arquitectura ha descendido un 28% en los últimos años.
La inteligencia artificial se introduce en nuestras vidas
Sin lugar a duda, la inteligencia artificial es la tecnología digital que está llamada a revolucionar la manera en que ciudadanos, empresas, Administraciones Públicas, organizaciones no gubernamentales, entidades educativas y cualquiera otra institución se relacionan e interactúan. Cada vez son más las tareas y funciones desempeñadas por máquinas. Las aplicaciones de la IA abarcan desde la recomendación de la compra on line en productos y servicios hasta la mejora en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Uno de los ámbitos que más ha de contribuir a evolucionar la IA es el de la interacción con la voz a través de dispositivos inteligentes. La media mundial se sitúa en el 43%, y la lista la encabezan China e India, donde más del 50% utiliza esta funcionalidad. En España, hasta un tercio de los encuestados se dirige oralmente a los sistemas inteligentes de reconocimiento de voz.
Así pues, no hay sector económico o ámbito social que vaya a escapar del influjo de la IA y los datos avalan su firme implantación. La firma de capital riesgo MMC Ventures ha identificado 1.600 startups directamente relacionadas con la IA en Europa. Mientras que en 2013 solamente una de cada cincuenta nuevas empresas centraba su actividad en la IA, en 2019 la proporción se ha convertido en una de doce. Las predicciones apuntan que de aquí a diez años la mayoría de las compañías habrán incorporado sistemas inteligentes en sus procesos de negocio. Este crecimiento exponencial lleva consigo un reto: las máquinas deben trabajar por el bien común y debemos asegurarnos de que no perjudican a ningún colectivo o persona.
(El informe sdiE 2019 completo se puede consultar aquí).