La multinacional sueca especializada en servicios de gestión de crédito, Intrum Justitia, acaba de presentar un estudio (“7 Familias”), que clasifica los diferentes tipos de deudores. El informe ha sido elaborado a partir de los datos recopilados entre enero de 2011 y junio de 2012.
El perfil de cada una de las familias deudoras, tanto de empresas como de consumidores, se ha realizado atendiendo a dos variables principalmente: la capacidad financiera y el grado de voluntad de colaboración para regularizar sus impagos. Para Luis Salvaterra, director general de Intrum Justitia Ibérica, esta clasificación es especialmente trascendente en el actual contexto económico porque “dividir a las personas y empresas en morosas o no es bastante simplista; nosotros creemos que hay que intentar comprender a las personas y es lo que hemos tratado con este estudio”. Además añade, “estos porcentajes demuestran que en España la mayoría de las personas presentan una actitud positiva a la hora de regularizar sus impagos, una circunstancia que debe tenerse muy en cuenta”.
“Sincero” repite como perfil más habitual entre los consumidores deudores en España
Una de las conclusiones principales es que el perfil de consumidores “Sinceros” sigue siendo el más abundante a nivel nacional con un 24% (porcentaje que se ha mantenido sin variación desde 2009); por otra parte, el perfil que más deterioro ha sufrido en los últimos 3 años es “Insolventes” que pasa de 13% en 2009 a 19% en 2012. Así, mientras “Selectivos”, “Insolventes” y “Escapistas” han aumentado su presencia, el porcentaje de “Nómadas”, “Relajados” y “Expertos” ha disminuido.
Según el estudio, la descripción de familias de consumidores y su distribución en España son:
* “Sinceros”, 24%: el consumidor tiene uno o varios pagos pendientes pero desconoce el importe, existe un desacuerdo entre las partes implicadas sobre dicho importe o no está satisfecho con el producto o servicio recibido. Este perfil se mantiene en el mismo porcentaje desde 2009.
* “Selectivos”, 19%: el consumidor selecciona voluntariamente las facturas que desea pagar y el orden en que desea hacerlo en función de su experiencia en el momento de la compra o su satisfacción con el producto o servicio. En los últimos 3 años el porcentaje se ha incrementado en 2 puntos.
* “Insolventes”, 19%: no tienen capacidad económica suficiente como para hacer frente a sus pagos o se encuentran en una situación de sobreendeudamiento. Es el perfil que más deterioro ha sufrido ya que en 2009 se cuantificaba en un 13%.
* “Nómadas”, 13%: el consumidor cambia de domicilio o teléfono pero no cumple con su obligación de informar a sus proveedores o entidades financieras. El porcentaje se ha reducido notablemente ya que en 2009 ascendía al 18% (el segundo más abundante en ese momento).
* “Escapistas”, 9%: no reconocen su situación o niegan haber realizado alguna compra; creen que evadiendo la realidad no tendrán que afrontar el pago. En el anterior estudio con datos recogidos en 2009 el porcentaje era 7%.
* “Relajados”, 8%: los consumidores actúan con indiferencia ante sus obligaciones y no son conscientes de las consecuencias de no pagar sus facturas, además restan seriedad a los requerimientos de pago y las acciones legales. Este porcentaje se ha reducido desde el 11% en 2009 dado que las personas son más conscientes de la morosidad e impagos.
* “Expertos”, 8%: especialistas en no pagar sus deudas y además conocen todas las tácticas para no hacerlo. El perfil se ha reducido también en los últimos años ya que en 2009 se cifraba en 10%.
(En la imagen, agentes de Intrum Justitia).